Detrás de toda acción hay una historia, un sentimiento y una plegaria. Ayer fuimos testigos de como nuestra Hermandad, sin saberlo, formó parte de un amor en su origen, desarrollo y, en el día de ayer, en su final. La última voluntad de Emilio González «Churruca» fue que nuestra Madre que tan presente ha estado en su vida, tenga una saya con el último traje de luces que él luciera. Su viuda, Marian Villafranca, nos ha hecho la entrega del mismo, así como de una cruz pectoral. Damos las gracias de todo corazón de parte de la Hermandad a esta pareja por el cariño a nuestros Titulares y que Nuestro Padre Jesús de la Pasión y María Santísima de la Estrella lo tengan siempre en su Gloria.