Sede canónica

La iglesia de San Cristóbal, situada sobre uno de los cerros más altos de Granada, fue erigida en 1501, formando parte del programa de creación de las 23 parroquiales granadinas en que fue dividida la demarcación eclesiástica de la ciudad tras la conversión forzosa de los moriscos, aprovechando los edificios de mezquitas preexistentes por imperativos ideológicos. Concretamente, fue construída sobre el lugar en el que existió la aljama al-Xarea a comienzos del siglo XVI, empleándose en su construcción piedras procedentes de las sepulturas musulmanas. Si bien, la mayoría de las 23 construcciones pronto resultaron inadecuadas funcional y espacialmente, siendo paulatinamente demolidas.

Su arquitectura interior responde al modelo más representativo de la primera etapa de cristianización de la ciudad. Tiene una sola nave cubierta de bóvedas de crucería gótica, sostenida por arcos apoyados en ménsulas, abriéndose a cada lado de ellas, tres capillas con arcos apuntados. Entre 1540 y 1559 se amplió la nave por resultar pequeño el templo, cubriéndose entonces con armadura de lazo. Esta capilla que se añadió, tuvo una armadura octogonal, muy decorada, que se perdió a causa de un incendio que sufrió el templo en 1557, reconstruyéndose más modestamente, tal y como hoy la conocemos, por el albañil morisco Juan de Baragili y el carpintero Alonso López Zamundio.

Imagen de San Cristóbal antes del incendio
Detalle de la nave cubierta de bóvedas de crucería gótica

La capilla mayor, con arco toral alzado sobre columnas, tiene una sencilla armadura mudéjar. Lo más singular es el conjunto de azulejos que decoran los laterales del presbiterio, realizados en la alfarería de Isabel de Robles, muestra excelente de los trabajos que, en la mitad del s. XVI, realizaban los alfareros de Granada.

Detalle de los azulejos de los laterales del presbiterio

El retablo mayor, situado sobre la escalinata del presbítero, es del siglo XVIII, de estilo barroco, lo trazó Juan Maeda y fue realizado por Baltasar de Arce, entre 1560 y 1561; fue pintado y estofado por Sebastián de Perea, aunque fue finalizado por Juan de Aragón, debido al fallecimiento del primero. También le afectó el incendio, y fue renovado en 1642 por Juan de Alfaro, sustituyéndose a finales del siglo XVIII, por el que hoy conocemos, en el que solo figura en su parte central la talla de San Cristóbal (de Arce), correspondiente al primitivo altar que hoy se encuentra en el Monasterio de la Cartuja.

La torre de campanas está ubicada a la derecha del edificio, fue construida en la ampliación de 1540 a 1559 y también sufrió los efectos del incendio, destruyendo su chapitel, cubierto de hoja de lata de Milán. Ya en 1804, tuvo que ser derruido el cuerpo superior debido a un terremoto ocurrido en ese mismo año, que la dejó en un estado muy ruinoso.

La fachada principal del templo es un arco ojival de ladrillo, coronado con una hornacina en la que se sitúa una imagen de San Cristóbal toscamente labrada en mármol. Se levanta sobre el cerro del mismo nombre, que al ser de los más altos de Granada, permite que se configure como uno de los hitos visuales más importantes del Albayzín.

En 1936, sufrió un nuevo incendio revolucionario. En el mismo se perdieron una Virgen con el niño (obra del tipo de los de Rojas), un lienzo de San Ambrosio del s. XVII que se encontraba en la sacristía. Además, en unas de las capillas también había un Crucificado de Alonso de Mena, una Virgen y un San Juan de Pablo de Rojas, fechados hacia 1600, procedentes del convento del Ángel Custodio, y que hoy se encuentran en clausura del mencionado convento.

Actualmente, esta iglesia está cedida en usufructo por el Arzobispado de Granada a nuestra Hermandad desde 1990. En su interior, podemos encontrar las imágenes de nuestros Titulares situadas en las capillas del lado del Evangelio (lado derecho del edificio), además de un niño Jesús con los brazos abiertos, que en cierta ocasión procesionaron los niños del barrio el Domingo de Resurrección. En las capillas de la epístola (lado izquierdo del edificio) encontramos de atrás hacia delante nuestra cruz de guía, un San José anónimo, y la última capilla se ha destinado a almacén de la hermandad. Además de distintos lienzos, como el que se encuentra junto al presbítero, buena obra canesca del siglo XVII, que necesita urgentemente una restauración.

El templo, inevitablemente, ha sufrido las consecuencias del paso del tiempo y, hoy en día, sus cubiertas se encuentran en un estado deficiente, apreciándose la existencia de goteras que están dañando el artesonado mudéjar y grietas en la unión de la cubierta con los muros exteriores. Además, el suelo se está abombando debido a la expansión de los yesos que hay en las tumbas del subsuelo a causa de la humedad, que también está afectando a los distintos lienzos. El Retablo Mayor se está agrietando, debido al ataque de agentes xilófagos, tanto de estofado como de madera; y la imagen de San Cristóbal se está hundiendo.

Gracias al colegio Ave María San Cristóbal y, concretamente, gracias al Departamento de Proyectos de Edificación y Obra Civil que llevó a cabo el «Proyecto Mecenas» podemos hacer una “visita virtual” con cámara 360º de la Iglesia de San Cristóbal. Para poder hacerlo haz click en la siguiente imagen.

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